El tiempo actual y sobre todo después de la pandemia, han traído un sinfín de cuestionamientos que como empleados y empleadores nos han hecho replantear el camino a seguir de las empresas o instituciones. Sin duda alguna, los conocimientos van cambiando y lo que ayer conocíamos hoy puede que esté obsoleto o ya se haya actualizado, por ende, la pregunta que hay que plantearnos es: ¿se debe invertir en capacitaciones en los tiempos donde la crisis está a la orden del día? ¿estás capacitaciones solo deberían estar enfocadas en conocimientos y dejar de lado la parte integral? Es importante recordar que dentro de las empresas sean pequeñas, medianas o grandes, estamos colaborando con personas, es decir, seres integrales que piensan, sienten, hacen y se relacionan con su propio subsistema. En este sentido, la formación no debería estar centrada en conocimientos que a fin de cuentas solo corresponden a una parte de lo que se necesita para atender casos o clientes.
Recordemos que de acuerdo con el CONOCER, las actividades laborales deben estar conformadas por conocimientos, habilidades y actitudes que corresponden a las competencias y son precisamente estas quienes nos darán los aspectos que en todo perfil de puestos se deben tomar en cuenta. Cuando la crisis llega o algún aspecto social invade el quehacer y producción diaria, lo primero a cuestionarnos es si hay que invertir o no, pero este elemento es un aspecto que debería tomarse en cuenta desde antes; es decir, contar con un plan de capacitación anual, ayudará a que los empleados tengan la formación en varios aspectos integrales de su persona y que precisamente las habilidades (más allá de los conocimientos), sean las que apoyan a sobrellevar esas famosas crisis.
Mena (2020) dice lo siguiente si los equipos continúan realizando sus actividades como lo hacían algunos meses atrás, esto debe ser motivo de preocupación. Hoy se espera que todos los equipos estén trabajando de forma diferente. Es necesario desarrollar las capacidades que permitan reorganizarse para lograr los objetivos en este nuevo mundo en el que estamos viviendo, ser capaces de revisar cuáles son las prioridades y el alcance de las diversas actividades. Por tanto y respondiendo a la pregunta con la que iniciamos, la capacitación en tiempo de crisis SÍ ES NECESARIA, pero también el enfoque que el líder tenga desde la prevención y el seguimiento a su personal marcará la diferencia en estos aspectos.
La detección de necesidades de capacitación debe estar dentro de las prioridades en una empresa de cualquier giro, por lo cual invitamos a nuestros lectores a informarse y capacitarse en este sentido, sobre todo también a quienes desean capacitar a alguien más tomando en cuenta los estándares de competencias laborales del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER).
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